Sí, los perros son capaces de comunicarse entre ellos y con nosotros. Ellos se pasan toda su vida observándonos e intentar entendernos y en muchas ocasiones nosotros aún tenemos incógnitas sobre qué significa un movimiento o un ladrido.
Se podría decir que ellos nos entienden completamente, mientras que nosotros pasamos por alto mucha comunicación que nos intentan transmitir.
¿Te gustaría saber qué está diciendo tu perro?
En este post vamos a hablar sobre el lenguaje y la comunicación canina para que aprendas e intentes entender qué te quiere decir tu perro.
¿Qué hay que tener en cuenta para leer a un perro?
En un primer momento, si eres novato en esto, te recomendaría que comiences a leer a tu propio perro. En internet nos podemos encontrar con muchos vídeos analizando el lenguaje de perros desconocidos, en entornos desconocidos, y eso es un gran error.
Los perros tienen su propio código para comunicarse, pero no hay que olvidar que muchos de ellos han desarrollado pocas habilidades sociales por el simple hecho de vivir en zonas urbanizadas y por ello dejan de ser perros, cuyos humanos no dejan que interactúen mucho con otros de su especie.
El lenguaje puede variar muchísimo en un entorno y otro, de una raza a otra e incluso de un individuo a otro, por ello es importante tener esa información antes de analizar.
Primero conoce a tu perro.
La comunicación canina: tipos
Auditiva:
LADRIDO: puede indicar alerta y/o emergencia, remarcar una señal dándole intensidad, excitación, demandar atención; y emociones (miedo, frustración). Tipos de ladrido: graves (señal de agresividad, calma o tristeza) y agudos (señal amistosa, apaciguamiento, temor o excitación).
GRITOS Y ALARIDOS: dolor agudo o temor por la integridad física.
GRUÑIDOS: intención, amenaza o queja, sensación placentera, demanda, juego.
AULLIDO: reunir y mantener al grupo, reclamar atención cuando están en soledad, atraer época de apareamiento.
GEMIDO: auxilio, captar atención, hacerse pequeño, dolor o malestar.
SUSPIROS: placer, decepción.
JADEOS: excitación o estrés, regulación de temperatura.
Química: perciben y emiten olores que influyen sobre otros a través de las feromonas. Estas pueden informarles acerca de la edad, sexo, salud, el estado de ánimo…
Se emiten a través de la orina, las heces, la saliva, las glándulas… Es por ello que tu perro cuando pasea por la calle va olisqueando, es su forma de conocer el mundo y conocer a los perros que han pasado por allí.
Táctil: lo utilizan para mostrar cercanía. De esa forma establecen relaciones, llaman la atención, hacen una petición o demuestran bienestar mutuo. En la comunicación táctil hay que tener en cuenta cómo tocan, cuánto tiempo y con qué intensidad, ya que dependiendo de lo anterior puede ser desde una conducta afiliativa hasta estrés, como en el caso de Mara y sus besos.
Visual: este tipo de comunicación es el que normalmente se analiza, aunque los anteriores también tienen importancia.
CABEZA: el lugar donde se emite mucha parte de la comunicación.
OREJAS: antena hacia el foco de interés.
Posición hacia adelante: grande (advertencia, atención).
Hacia atrás: pequeño, protección (miedo, inseguridad).
OJOS: pueden ayudarnos a entender su estado emocional.
Dirección de la mirada: si mira fijamente, si la aparta, si hace intervalos, si mira de reojo...
Tamaño: grande: amenaza, sorpresa, atención; pequeño: asustado, estresado, calmante, dolor. Entreabiertos: placer, relajación, timidez.
Dilatación de las pupilas: miedo. Contracción de las pupilas: concentración, ataque.
BOCA:
Cerrada o ligeramente abierta: normal, tranquilidad.
Abierta y jadeando: regulación de temperatura o estrés.
Cerrada con labios estirados: miedo o tensión.
Morro arrugado enseñando dientes o encía: defensivo, advertencia. Posible agresión.
CUERPO:
Erguido: posición normal.
Postura grande: confiando, valiente.
Postura pequeña: miedo, débil, indefenso.
Erguido con músculos tensados: alerta, atención.
Comprimido: inseguridad, miedo o dolor.
Con piloerección: inseguridad, alerta, excitación.
LA COLA: la parte del cuerpo que se malinterpreta. La cola es un termómetro emocional, es decir, cuanta mayor excitación haya, más se mueve e incluso dependiendo del lado hacia donde mueva la cola nos muestran una emoción positiva (derecha) o negativa (izquierda), según este estudio. En la cola hay que tener en cuenta la raza, ya que de por sí unas la tienen enroscada, otras siempre sobre su lomo…
Erizada: tensión, inseguridad.
Media-natural: relajado, neutro.
Vertical: confianza o conducta de competencia.
Horizontal: alerta o atención.
Baja: expectante.
Entre las patas: miedo.
Señales de comunicación: su lenguaje
Señales de calma: se utilizan para evitar, prevenir o reducir situaciones de conflicto (miedo, amenazas o nerviosismo); autocalmarse y comunicar buenas intenciones a otros.
Girar la cabeza.
Girarse, dar la espalda.
Lamerse el hocico.
Inmovilizarse.
Andar despacio, movimientos lentos.
Posición de juego.
Sentarse.
Echarse.
Bostezar.
Olisquear el suelo.
Interponerse.
Mover la cola a modo “bandera blanca”.
Lamer la boca del otro.
Pestañear.
Señales de apaciguamiento: son aquellas utilizadas para indicar intención de evitar un conflicto o no empeorarlo.
Cerrar los ojos.
Desviar mirada.
Voltear el cuerpo.
Dar la espalda.
Irse.
Quedarse quieto.
Tumbarse.
Acercamiento con precaución: en S, en círculo.
Señales de estrés/tensión: Las realiza para autorregularse o indicar el nivel de tensión
Lamerse.
Estornudar.
Estirarse.
Sacudirse.
Suspirar.
Bostezar.
Rascarse.
Señales de conflicto/incomodidad: aparecen cuando la situación o un estímulo les hace sentir malestar.
Piloerección.
Sonrisa.
Dilatación de pupilas.
Ojos de ballena.
Temblores.
Resoplar.
Cola recta o en alto y quieta.
Señales agonistas: son las señales dentro del comportamiento relacionado con la lucha, y por ende, también con la defensa (aunque también aparecen de apaciguamiento).
Gruñido.
Piloerección.
Tensión corporal.
Congelación.
Ataque en sí.
Postura T.
Huida.
Conciliación.
Hacerse pis.
Tumbarse boca arriba.
Señales de fluencia: destinadas a buscar fluir una interacción. Se percibe sintonía entre los perros, cuando el movimiento es balanceado y armonioso.
Giros laterales.
Movimientos ralentizados.
Silencio.
Hacerse “pequeño”.
Alejarse.
Relajación.
Juego sano.
¿Cómo aprender a leer la comunicación que mi perro me da?
Nadie hemos nacido enseñados, es por eso que hay que aprender desde lo más básico y luego dificultarlo.
Cuando somos pequeños nos enseñan a sumar y restar antes que hacer raíces cuadradas.
Pues en este campo es igual: si queremos entender a nuestro perro primero necesitamos aprender a observar individualmente cada parte de su cuerpo y posteriormente, añadir más partes hasta conseguir identificar las señales. Un tip que nos ayuda a analizar y reanalizar es la grabación. Si tienes la oportunidad de grabar a tu perro en el paseo o en la interacción con otro perro, hazlo, de esa manera podrás verlo a cámara lenta y las veces que quieras para comprender.
Por qué no debes castigar la comunicación: consecuencias
Un error muy común es castigar a nuestro perro cuando se está comunicando, ya sea cuando nos gruñe (nos está solo avisando de que no quiere hacernos daño) o cuando tira de la correa por estar cerca de algo que le da miedo (está diciéndote que quiere irse de allí).
El castigar su comunicación hace que la mayoría de los perros se inhiban por miedo a nuestra respuesta, de ahí que los materiales aversivos (collares de ahorque, collares de pinchos, eléctricos…) funcionen, pero ¿a qué precio? al precio de un perro que no se puede expresar. Y no solo eso, algunos perros empeoran por no ser escuchados. Aquí te dejo la escalera hacia la agresión donde podemos ver cómo un perro puede pasar de intentar evitar el conflicto a entrar en acción.
Aparte, uno de los pilares fundamentales en su bienestar y por ende, en la convivencia es la comunicación bidireccional: tu perro no necesita escucharte todo el día, necesita que también le escuches.
Mi perro no entiende a otros perros
Quizá te has visto en la situación de que por más señales que le den a tu perro, las ignora. Los motivos por los que puede pasar esto son:
Ha tenido una escasa/nula socialización o una privación con otros perros de cachorro.
Sus niveles emocionales están muy elevados.
El entorno no es el más adecuado.
Ha aprendido a interactuar de esa manera.
Los perros pueden volver a aprender su propia comunicación, como es el ejemplo de Nerón. Nerón no entendía qué querían decirle otros perros, todo para él era ofensivo y solo sabía responder con agresión, aunque el otro perro le diese señales de apaciguamiento.
Gracias a Laika, una golden muy equilibrada, Nerón comenzó a entender su propio idioma, y gracias a un montón de perros que han compartido su día a día con Nerón, comenzó a hablar antes de agredir.
Si tu perro también tiene problemas para comprender a otros, te dejo aquí estos consejos:
Trabaja sus emociones: un perro con problemas de comportamiento no estará receptivo a las buenas interacciones. Enriquece su ambiente y reduce su estrés.
Asegúrate de que el entorno sea adecuado y pueda gestionarlo: los pipican no son lugares adecuados para la interacción entre perros, hay muchos niveles de estrés y pueden no escucharse unos a otros, generando conflictos.
Tú también puedes comunicarte en su idioma: Turid Rugaas nos invita a que practiquemos las señales de calma con ellos (dar la espalda, desviar mirada, girar cabeza...)
No todos los perros son aptos para enseñar: porque sean perros no significa que entre ellos se puedan entender. Hay perros maestros que enseñan, pero no son todos.
Evita que otros perros le corrijan: sí, puede pasar los límites del otro perro sin querer y que este se lo haga saber, pero cuando tu perro está siendo montado por otro, ha sido revolcado en el suelo, termina debajo echado sintiendo miedo, lo más probable es que lo tome como una mala experiencia y no como un aprendizaje.
Recomendaciones de libros sobre comunicación y lenguaje canino
Tenemos a nuestro alcance muchos libros traductores sobre lo que nuestros perros quieren decirnos, para mí, dos de los mejores libros son:
Señales de Calma (Turid Rugaas)
Descodificando el lenguaje canino: hablando se entienden los perros (Marcos J. Ibañez)
Mitos en la comunicación canina
Tu perro no siente culpa: lo que está intentando es calmarte.
Tu perro no es líder por montar a otros: está teniendo una mala gestión en la interacción.
Tu perro no ataca sin más: te ha dado señales bajas que no has captado hasta que no ha llegado a la agresión.
Tu perro no te sonríe: seguramente está en estado de distrés.
Tu perro no te está ignorando cuando le gritas: está diciéndote que pares.
Como hemos visto, la comunicación canina no es algo sencillo, requiere de conocimiento, tiempo y práctica. También, que dependiendo del contexto y de la situación, tu perro te quiere decir una cosa u otra quizá con la misma señal. Pero si ellos son capaces de saber qué y cómo lo decimos, nosotros también podemos entender qué nos quieren comunicar.
Sin comunicación, el vínculo con tu perro no será sano.
Gracias por leer nuestro Blog.
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