Hoy en día podemos encontrar bozales de muchos materiales, tipos y marcas, pero ¿todos son igual de seguros o adecuados?
Antes de continuar leyendo, queremos recordar que los bozales no son solo para aquellas razas catalogadas como Potencialmente Peligrosas. También lo son, y con más razón, para los perros que muestran conductas agresivas.
Tipos de bozales:
Nylon: Son los más comunes de ver. Este tipo de bozal envuelve el morro del perro dejando la nariz y la parte anterior de la boca al descubierto. Es el menos recomendable ya que el perro no puede jadear correctamente ni beber con él puesto.
Cesta de plástico: Después del bozal de nylon, estos son los bozales más utilizados. Recubre el hocico en toda su totalidad. Son más seguros que los de nylon y los de goma (que veremos a continuación) por su rigidez, pero a su vez suelen ser molestos, ya que no se adapta correctamente a la cara del perro, en la parte del masetero.
Cesta de metal: Al igual que el bozal de cesta de plástico, este también es seguro por su rigidez, recubre el hocico en toda su totalidad y se adapta mejor a la cara porque suelen ser más amplios en esa zona. Este bozal es el más pesado, con lo que debes de tenerlo en cuenta a la hora del trabajo en tu perro.
Cesta de goma (tipo baskerville): Cada vez vemos más este tipo de bozal: es seguro, no pesa, se adapta perfectamente al perro, permite poder darle premios con total comodidad pero no es el más recomendable en perros con problemas graves de agresividad, pues al ser de goma puede llegar a morder igualmente.
De impacto: Aunque estos bozales solo se vean en adiestramiento, sobre todo en defensa, utilizado para disuadir, realmente es, junto con el bozal de cesta de metal, el más seguro y cómodo si hablamos de ataques y agresividad, suele estar hecho de cuero por lo que tampoco pesa. Como punto en contra, este bozal no permite que el perro beba o coma con él puesto.
Quedan excluidos los ronzales, bozales estéticos y demás que realmente no cumplen con la verdadera función.
Cómo elegir la talla adecuada:
Por una parte, el bozal debe permitirle a nuestro perro jadear cómodamente y se recomienda que no roce la nariz.
Como podemos apreciar en la foto, es una zona muy sensible y vascularizada, así que mejor si evitamos que haya un roce constante entre nariz y bozal.
La talla correcta no solo se centra en el diámetro del cuello de nuestro perro y en la longitud de su hocico. También hay que tener en cuenta unos centímetros de más desde su nariz y cuánto abre nuestro perro la boca al jadear.
A. La primera imagen es la correcta en cuanto a talla de bozal. Hay una buena distancia entre nariz-bozal y mandíbula inferior-bozal porque le permite abrir bien la boca.
B. Hay una correcta distancia entre la mandíbula inferior-bozal pero no entre nariz-bozal. Le permitiría jadear bien pero estaría en contacto constante el bozal con su nariz.
C. No hay una correcta distancia entre nariz-bozal ni mandíbula inferior-bozal. No le permitiría jadear bien y el bozal estaría constantemente en contacto con su nariz.
D. Aunque haya hueco entre el bozal y la mandíbula superior no es la necesaria que le permita jadear correctamente, la boca queda entre cerrada. El bozal seguiría en contacto con su nariz.
E. Hay una correcta distancia entre nariz-bozal pero, como en el anterior, la boca queda entre cerrada.
F. Hay una correcta distancia entre nariz-bozal pero no le permite jadear.
Vamos a hacerlo más visual:
No todos los perros tienen la misma forma de hocico. Por ejemplo, a un galgo no le serviría un bozal para razas generalizadas, al igual que tampoco le serviría a un bulldog.
Existen bozales especiales para ese tipo de razas.
Aunque el bozal sea una herramienta de seguridad, lo más importante a la hora de evitar una agresión es el trabajo conductual que hagamos con nuestros perros, independientemente de la raza, edad y sexo.
Trabaja el bozal con tu perro
El trabajo temprano cuando aún es cachorro es indispensable para habituarlo al bozal, aunque sea un simple juego. Nunca conviertas el bozal en el enemigo de tu perro.
Aquí te dejo dos publicaciones de Instagram donde hablamos de cómo trabajarlo correctamente.
En resumen: No todos los bozales sirven para evitar que nuestro perro produzca daños. Antes de adquirir un bozal ten en cuenta los puntos que hemos visto en esta publicación, sobre todo el de trabajo, si hubiera sabido todo esto antes, Nerón no hubiera estado batallando tantos años con él.
¿Necesitas ayuda para introducir el bozal en la vida de tu perro? Pincha aquí para contactarme
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